La filariosis canina es una enfermedad parasitaria en la que el gusano Dirofilaria Immitis se hospeda en el ventrículo derecho del corazón y vasos sanguíneos pulmonares y se reproduce, obstruyendo el flujo sanguíneo. Este verme llega a través de la sangre a los tejidos y localizaciones intermedias, donde se desarrolla, puesto que no es transmitido al animal en su forma adulta sino que crece en su interior, se reproduce y, por último, pasa al corazón. Todo este proceso puede durar entre 85 y 120 días.
El gusano adulto puede llegar a vivir entre cinco y siete años dentro del can y se alimenta a base de nutrientes que roba mediante la circulación sanguínea del animal. El gusano del corazón puede llegar a medir entre 15 y 30 centímetros de longitud. El mayor problema de esta enfermedad se halla en el número total de vermes hospedados en el perro, puesto que en infecciones extremas, se han llegado a encontrar más de 100 gusanos en un solo can.
¿Cómo se contagia el gusano del corazón?
El gusano del corazón se transmite al perro a través de un mosquito del género Culex, Aedes o Anopheles, puesto que solo estas especies pueden mantener en su interior la larva microfilaria. Dicho mosquito toma la sangre de un can infectado, absorbiendo así la forma más joven del parásito de la filaria. Una vez dentro del mosquito, las larvas desarrollarán en gusanos inmaduros durante las siguientes dos o tres semanas. Pasado este tiempo, cuando el mosquito vuelva a alimentarse de un perro sano, introducirá el verme en su torrente sanguíneo, contagiándolo de filariosis.
La hembra de este gusano se reproduce y cría a las llamadas microfilarias en el interior del perro, las cuales circulan por la sangre hasta su desarrollo. En general, los perros con posibilidades de ser picados son aquellos que viven o frecuentan zonas de climas húmedos, ideales para la supervivencia del mosquito.
Síntomas de la filariosis canina
Desafortunadamente la filariosis canina desarrolla la mayoría de los daños antes de detectar algún síntoma en el perro, por lo que es muy difícil darse cuenta de la enfermedad antes de su evolución. Por esto es tan importante realizar análisis y revisiones periódicas a tu perro, puesto que la mejor forma de detectarla es a través de un análisis de sangre. En general, un perro infectado por el gusano del corazón puede presentar los siguientes síntomas:
Dificultad para respirar
que puede ir acompañada de una respiración acelerada
Aumento del ritmo cardíaco
Tos blanda
Cansancio
Intolerancia al ejercicio
debido a una insuficiencia cardíaca
Sangrado por la boca
Hemorragias nasales
Falta de apetito
Apatía
El perro infectado puede presentar algunos, todos o ninguno de estos síntomas y, en el peor de los casos, la enfermedad puede acabar con la vida del animal.
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